Barcelona, 10 julio 2019 (La Vanguardia)
Santiago Hernández preside el Barcelona Forum District (BDF), una organización sin ánimo de lucro, única en Europa, que impulsa acciones de inserción laboral y medioambientales en el área del Fòrum
¿Por qué surgió la idea de crear algo como el Barcelona Forum District?
Surgió como consecuencia de los estragos de la crisis económica de 2008 en la zona del Besòs, un barrio muy frágil a nivel social. El BFD engloba diferentes empresas e instituciones del área del Fòrum y nació con el objetivo de ayudar a nuestros vecinos de la mejor manera posible: dando trabajo en nuestras empresas a los más desfavorecidos.
¿Una asociación similar se habría constituido en otra zona de Barcelona?
Yo creo que no. Quizás en el Raval se podría dar un caso similar.
¿Se han encontrado con prejuicios a su actividad por el hecho de que participen en la asociación hoteles de lujo?
La verdad es que, cuando hablamos con entidades sociales, técnicos del Ayuntamiento, partidos políticos, asociaciones de vecinos, etc., se sorprenden por el carácter social de BFD, el resultado espectacular de nuestras acciones y el compromiso de las empresas que lo integran. No se lo esperan, pero ya nos hemos acostumbrado, ja, ja, ja.
El CCIB, además de colaborar con el BDF, juega un papel básico como dinamizador de la zona. ¿Hasta qué punto depende la actividad hotelera de la zona de la actividad congresual del CCIB?
El CCIB es el motor económico de Diagonal Mar/Fòrum. Pocas empresas hay tan potentes como el CCIB. En el caso de la industria hotelera, en los establecimientos que están cerca, puede suponer hasta un 50% de su ocupación.
¿Qué actividades del BDF suelen tener mayor visibilidad social?
Es curioso, pero las actividades que hemos realizado los socios de BFD, como la limpieza del fondo marino del litoral de Barcelona y la limpieza de Collserola, son las que más repercusión mediática han tenido. Aunque también es muy importante explicar, por ejemplo, que en 2018 ofrecimos oportunidades laborales a 86 personas.
Estamos acostumbrados a una sociedad en la que los programas sociales suelen venir desde la Administración. ¿Nos habituamos a programas sociales totalmente privados?
Creo que no. En Europa y en España estamos acostumbrados a que el Estado y las Administraciones lo resuelvan todo, y sorprende mucho la tarea de incorporación laboral de personas en riesgo de exclusión social de nuestra asociación.
¿Se ve su actividad de manera “sospechosa” o “intrusiva” por parte de las administraciones?
Cuando nos presentamos ante ellas y les explicamos nuestros objetivos de incorporación laboral de personas en riesgo de exclusión social, de compromiso medioambiental y de apoyo a la cultura local, se sorprendieron un poco, pero después de 8 años de trabajo con ellas somos su aliado natural. La colaboración público-privada siempre suma.
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