Barcelona, 14 octubre de 2013 (ABC Cataluña)
El Hotel Barcelona Princess, un cuatro estrellas situado en el Fórum, integra en su plantilla a vecinos de los cercanos barrios de La Mina y Besós
El pasado 4 de octubre se entregaron en Barcelona los I Premios de Turismo Responsable de Cataluña. En el acto, que se enmarca en la celebración de la VII Conferencia Internacional sobre Turismo Responsable en Destinos, se reconocieron las buenas prácticas de la industria turística catalana, apostando por el crecimiento sostenible reduciendo los impactos negativos de su actividad y aumentando sus beneficios para la empresa, para la comunidad local, el medioambiente y los turistas.
En diferentes categorías, fueron galardonados ocho alojamientos por su labor y contribución al turismo responsable. Entre ellos, destaca la mención especial que recibió el Hotel Barcelona Princess, dentro de la categoría de «Mejor Alojamiento Grande». Se premió su labor en la reinserción laboral de personas en riesgo de exclusión social de barrios cercanos y degradados como La Mina o el barrio del Besòs.
El Hotel Barcelona Princess abrió sus puertas en 2004 en un entorno nuevo (el distrito 22@ y Parc del Fòrum), que a su vez limitaba con otro degradado y considerado, por algunos, marginal (barrios como La Mina o el Besòs). Más tarde contactaron con la «Fundación Trinijove» , una empresa de responsabilidad social corporativa que trabaja desde hace 25 años en los distritos de Sant Martí y en Trinitat Vella. El trabajo de la fundación se centra en ayudar a personas en riesgo de exclusión social, entre las que se encuentran mujeres maltratadas, extoxicómanos o personas en paro desde largo tiempo atrás.
Socialmente responsable
Fue en 2008, al empezar la crisis económica española, cuando el Hotel Barcelona Princess decidió crear una asociación para crear un territorio socialmente responsable dentro de un barrio y un distrito con dificultades y muchas diferencias.
Así, en 2011, formalizaron, junto con 14 empresas más, entre ellas hoteles de los alrededores, el «Barcelona Forum District». La asociación respondía a tres objetivos principales: una política de criterios y de protección mediambiental, una política de responsabilidad social y una política de labor cultural. A partir de su constitución, llevaron a cabo la primera Junta de la asociación junto con la «Fundación Trinijove» y con el programa «Incorpora» de «la Caixa».
El objetivo era promover la ayuda a estas personas ofreciéndoles empleo estacional y, en la medida de lo posible, indefinido. Desde entonces, se abre cada año un proceso de selección de personal a través del programa «Incorpora». Este programa se encarga de la selección del personal, la formación, el reciclaje y las prácticas necesarias para la reinserción laboral.
Una vez elegidos los futuros trabajadores, en el hotel realizan un período de prueba, otorgando siempre las mismas oportunidades a estas personas que al resto de candidatos. Todos los trabajadores van acompañados por un responsable que les dirige y les forma durante un período que va desde una semana hasta un mes. «El 15% de los empleados actuales del Princess proceden de este colectivo, lo cual es una cifra alta», asegura Santiago Hernández, director del hotel.
Las personas reinsertadas se encargan mayormente del mantenimiento, ya que muchos de ellos proceden del sector de la construcción, ahora en paro, y cuentan con conocimientos previos: electricistas, fontaneros,etc. También desempeñan tareas de limpieza en el hotel, en las cocinas, el restaurante, la lavandería e incluso en recepción.
«Trabajo muy agusto aquí»
Mahawa se encarga de la limpieza de las habitaciones. Nació en Gambia y viene de la fundación de Cruz Roja, donde la formaron para poder trabajar en el Barcelona Princess. «Estoy muy agusto en el hotel y me gusta que contraten a gente sin trabajo que lo está pasando mal», añade.
Hernández asegura que se aportan mútuamente, ya que el hotel contribuye generando puestos de trabajo y reinsertándoles en la sociedad, pero admite que lo que les aportan estas personas es mayor. «Detrás de estas personas hay una historia tremenda, y es una satisfacción personal aportar un granito de arena», añade. Confiesa que cuando explicaba el proyecto a sus compañeros le trataban de loco, pero que cuando éstos conocieron a los trabajadores de este colectivo y vieron que era algo tangible lo que hacían, «la mentalidad cambió y sintieron que hacíamos algo real por el barrio», añade .
Hernández se siente orgulloso tras el reconocimiento. Asegura que llevan desde 2004 trabajando, y recibir un galardón después de nueve años «es un premio al hotel, a la propiedad y, en especial, a los trabajadores».
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